domingo, 27 de septiembre de 2015

El irlandés que encontró una salida al mar para Bolivia.



A veces tanta información termina por confundirnos, como ha ocurrido con el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Si algo queda claro es que se va a iniciar un proceso judicial en el cual deberán cumplirse las siguientes etapas: Chile debe enviar por escrito su Contra-memoria para enfrentar la argumentación boliviana. Luego Bolivia deberá presentar en forma oral su Réplica a la argumentación chilena y finalmente Chile deberá presentar su Dúplica, para rebatir la última argumentación boliviana. Recién ahí se cierra el caso y, para eso, aún faltan varios años.

Lo que nos podría interesar ahora es saber por qué Bolivia dice que nació con litoral en 1825, argumento planteado incluso por los jueces de La Haya. Y quiero retroceder un poco antes de los días de la independencia.

Como bien sabemos todos, Chile abarcaba desde el desierto de Atacama (frontera natural con Perú) y por el norte ocupaba extensos territorios de la actual república Argentina, incluyendo Mendoza, Cuyo y otras zonas. Es por eso que en su Recopilación de las Leyes de los Reinos de Indias, el rey Felipe IV establecía en la ley n°5  que la frontera de la audiencia de Lima alcanzaba, en forma exclusiva, por el sur hasta la frontera con Chile. Y en el caso de la Audiencia de Charcas (actual Bolivia), la ley n° 9  señalaba que limitaba al sur con Chile, precisamente porque entonces el actual norte argentino pertenecía a la Capitanía General de Chile, como lo señalamos más arriba. Esto quedaba así establecido en 1680.

Y cuando se crea el virreinato de La Plata (Buenos Aires) en 1776, ese norte que pertenecía a Chile se le entrega a la nueva organización política y administrativa creada por España. Charcas pasaba a depender ahora de Buenos Aires.
El mariscal Antonio José de Sucre

Entre los fundamentos de la demanda boliviana se señala que “los Derechos de Bolivia sobre su territorio de Atacama, junto al Océano Pacífico, se remontan a los tiempos de las culturas precolombinas, y tienen una incontrovertible legitimidad jurídica, desde la Colonia española”. Solo basta recordar que en tiempos prehispánicos no existían los actuales países latinoamericanos y que el imperio Inca (peruano) llegaba hasta el Maule.

Pero volvamos al tema inicial.
Al declararse la independencia argentina en 1810, Charcas había vuelto a depender del Virreinato del Perú. Por eso, con la victoria patriota de Ayacucho (1824) desaparecía el virreinato peruano y el Alto Perú, ahora República de Bolívar, lograba su independencia. Territorio mediterráneo desde tiempos coloniales, obliga a Bolívar a buscar una salida al mar. La salida lógica es el puerto peruano de Arica, pero el entonces presidente del Consejo de Gobierno peruano que ha reemplazado a Bolívar, el mariscal boliviano Andrés de Santa Cruz, rechaza la solicitud.
                                                                                                                                                                   
Entre los oficiales de Bolívar se había integrado el irlandés Francis Burdett O'Connor, quien había llegado a América del sur en 1819, con oficiales y hombres de tropa para integrarse a la división angloirlandesa de Venezuela. Luego de varios encuentros militares con los realistas se une al ejército de Bolívar participando en la batalla de Junín. Se convierte en periodista, se casa, y es nombrado gobernador de Tarija, donde llama a los irlandeses a poblar la nueva república.

Es entonces cuando Bolívar y Sucre encomiendan a Francis Burdett O'Connor, este coronel irlandés al servicio de la independencia, para encontrar un puerto para Bolivia. Luego de recorrer extensas regiones, Burdett establece que la caleta de pescadores changos llamada Cobija será ese puerto. Y el 8 de diciembre de ese año 1825, Bolívar proclama a Cobija como el Puerto Nacional de Bolivia.
Para comprender mejor el tema, leamos la carta enviada por el mariscal Antonio José de Sucre a O'Connor:
Francis Burdett O'Connor, ya anciano

"Al Señor Coronel Jefe de Estado Mayor General, Francisco Burdett O'connor
Señor:
Su excelencia el Libertador ha tenido á bien conferir á Usia una comisión de suma importancia, la cual, verificada con buen suceso, le granjeará no solo honra, sinó gratitud de todos los pueblos del Alto-Perú" y seguía diciéndome: que esta nueva república, carecia [sic] de un puerto de mar; que me dirijiese á la costa de Atacama, levantase un mapa del Loa, Cobija, Mejillones y Paposo y habilitase para el comercio el que encontrase mejor". (Recuerdos, de Francisco Burdett O'Connor)

Y en sus memorias agrega:
"Al día siguiente (10 de diciembre de 1825) emprendimos el reconocimiento de todos los puertos mencionados en mis instrucciones, y hallamos que el de Cobija tenía el mejor fondo para ancla y el puerto más cómodo también, aunque escaso de agua, pero de poder aumentar la cantidad".
O'Connor será destinado más tarde a reorganizar las tropas peruanas y bolivianas que ahora se han integrado a la Confederación creada por Andrés de Santa Cruz y que significará la guerra de Chile contra la Confederación peruano boliviana de 1837 a 1839.


Así comenzó la historia que todavía no termina. Y el papel que jugó el irlandés Francis Burdett O'Connor en ella.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Balmaceda en el recuerdo.

El 19 de septiembre de 1891 el presidente de la República, don José Manuel Balmaceda, se quitaba la vida con un disparo de pistola en su sien. Había gobernado exactamente los cinco años de su periodo. Presidente mártir ante una sociedad que lo rechazó groseramente, tildándolo de loco, donde un congreso dominado por los intereses del salitre incluso llegó a firmar un acta de deposición del presidente.

¿Quién pudo imaginar ese desenlace si tan solo cinco años antes había sido elegido por mayoría absoluta, con el respaldo de los partidos liberales, democráticos y radicales, con un país enriquecido luego de concluir la Guerra del Pacífico? Chile contaba con la flota naval más poderosa del Pacífico sur, un ejército triunfador y un proyecto de desarrollo como nunca antes se había presentado.

Pero la guerra contra él se inició mucho antes que en los campos de batalla. Una oposición cerrada, que imponía ministros, que bloqueaba las iniciativas de construir escuelas y ferrocarriles, acusando a Balmaceda de estar "derrochando el erario nacional", y que finalmente, en una maniobra plena de veneno político, rechazaba el presupuesto para las fuerzas armadas y navales de la nación. Con esto habían imaginado que el ejército se pondría en contra del presidente, pero los generales se mantuvieron fieles a su doctrina constitucional, pagando con sus vidas esa lealtad en la batalla de Placilla. Los generales Barbosa y Alcérreca fueron deshechos a lanzas y sables congresistas el 28 de agosto de 1891.
Y vino la persecución de los balmacedistas, los fusilamientos, las cárceles y el triunfo de un parlamentarismo que le significó a Chile un tremendo retroceso. Solo en 1925, el presidente Arturo Alessandri, promulgaba la nueva constitución, que devolvía el sistema presidencial,
El propio Arturo Alessandri en sus años jóvenes, fue un declarado opositor a Balmaceda; y sin embargo, al escribir sus memorias de la guerra civil lamentaría haber estado en contra del presidente.

Al cumplirse un aniversario más de su trágica muerte, nuestro recuerdo para don José Manuel Balmaceda.