miércoles, 11 de febrero de 2015

Gavrilo Princip. Héroe o villano.

Gavrilo Princip en la prisión
Todos hemos escuchado ese nombre, aunque haya sido solo una vez en nuestra vida y cuando preparábamos el examen de Historia Universal. Y de seguro la gran mayoría lo debe haber olvidado. Pero aquellos a quienes apasiona la Historia, y han estudiado la Gran Guerra Mundial, seguramente lo recuerda. Fue el anarquista que el año 1914 mató en Sarajevo a Francisco Fernando, heredero al trono del  Imperio Austro-Húngaro y a su señora, desencadenando la Primera Guerras mundial.
¿Quién era Gavrilo Princip y qué fue de su existencia una vez que fue detenido? Esta es su historia.

Digamos primero que era un serbio-bosnio nacido en el pueblo de Obija, Bosnia, en 1894. Su tierra natal pertenecía en ese tiempo a los dominios del Imperio Austro-Húngaro, gobernado con mano dura por el emperador Francisco José I, de la casa de Habsburgo-Lorena. El emperador había asumido el trono en 1848, por lo que ese año de 1914 llevaba 66 años gobernando. 


En la permanente crisis que se vive en los Balcanes, los otomanos luchaban con los eslavos, los cristianos con los musulmanes, y los turcos contra  los armenios, cristianos y judíos.  En 1912 estallaba el primer conflicto entre Bulgaria y Serbia, sumándose Rumania, Montenegro y el Imperio Turco. En Turquía el movimiento encabezado por Kemal Atatürk y los Jóvenes Turcos destronaban al sultán Addul Hamid II. Una segunda guerra en los Balcanes terminará con Turquía reducida solo a Estambul (Constantinopla) en el lado europeo.
El Imperio austriaco se había anexionado Bosnia-Herzegovina y Serbia, generando el rechazo de los habitantes eslavos de la zona. Entre los grupos separatistas que aspiraban a un paneslavismo, es decir un gran estado de todos los pueblos eslavos, estaba La Joven Bosnia, en la que militaba el joven Gavrilo Princip. No fue fácil para Princip  integrarse, ya que había sido expulsado del colegio y rechazado en las organizaciones anarquista por ser muy joven y por su físico demasiado débil.

Convertido en anarquista, y habiendo aprendido el uso de las pistolas, bombas y navaja, Gavrilo Princip decidió vengar al joven Bogdan Zerajic que en 1908 intentó matar al emperador Francisco José, y que al fallar se había suicidado. Gavrilo visitó su tumba donde le rindió homenaje.
Princip dispara al heredero y a su esposa
En marzo de 1914 se entera que el heredero al trono austro-húngaro visitará Bosnia, y se prepara junto a dos de sus amigos, ambos menores de 20 años, para liberar a los eslavos del yugo imperial. Formó un grupo con otros nacionalistas serbios y croatas, los que recibieron instrucción y armas: pistolas, bombas y una cápsula de cianuro en caso de fracasar.
El príncipe Francisco Fernando se había dirigido cerca de Sarajevo a revisar las maniobras del ejército, pero ante la insistencia del gobernador imperial de Bosnia para que visitara el Museo de la ciudad, debió trasladarse en tren al centro del lugar. Gavrilo Princip y sus amigos se esparcieron por las calles para esperar la pasada de la comitiva. Eran siete autos los que llevaban a las más altas autoridades del Imperio y de Sarajevo.

Princip es detenido luego de disparar
Luego de distintos intentos fallidos por parte de los conjurados, donde las cápsulas de cianuro habían fracasado, Gavrilo Princip logra acercarse al vehículo imperial y hace dos disparos, matando al heredero y a su señora. En forma automática se echa el cianuro a la boca y apunta la pistola en su sien para suicidarse, pero es golpeado por una turba que se lo impide. A punto de ser  linchado es rescatado por dos oficiales bosnios que luego de darle sablazos con el plano de la hoja, lo llevan a una enfermería. Está vomitando por el cianuro, tiene heridas de sable y un brazo fracturado.

El comercio serbio es saqueado.
La respuesta de las autoridades fue inmediata. 200 líderes serbios detenidos antes de 48 horas, más tarde son 5.000 los ciudadanos serbios arrestados, de los cuales 150 son ahorcados. Las turbas católicas croatas y musulmanas de Bosnia arrasaron con el comercio y las casas de los serbios. Los integrantes de la organización anarquista son juzgados y condenados a la horca por el delito de alta traición. Pero a Gavrilo Princip le faltaban 27  días para cumplir los 20 años (mayoría de edad para ser ahorcado según las leyes austro-húngaras) y fue condenado a 20 años de trabajos forzados en la prisión de Terezin, en la actual República Checa. 
Mejor haber muerto ese día.

Herido, con el brazo quebrado, es llevado por los oficiales a la enfermería
Fueron años de tortura y terror para el preso. Cuando el alcaide de Terezin quiso cambiarlo de prisión, Gavrilo Princip le dijo: "No hay necesidad que me cambien de prisión. Mi vida se consume ya. Sugiero que me claven a una cruz y me quemen vivo. Mi cuerpo en llamas será una antorcha que ilumine a mi pueblo en el camino hacia la libertad".
El martirio diario consistía en colgarlo del techo usando su brazo quebrado, y alcanzando solo con la punta de los dedos de sus pies el piso húmedo de la celda. O encerrarlo en un tonel lleno de clavos haciéndolo rodar por la pieza. Y un plato de restos de comida cada cinco días.

Físicamente debilitado, tísico, y pesando menos de 40 kilos fue llevado a la enfermería donde falleció el 28 de abril de 1918, tan solo seis meses antes del término de la guerra.

Pasado el tiempo fue desenterrado junto a sus compañeros sacrificados, siendo sepultados con honores en una capilla en Sarajevo en 1920. Pero no habría reposo. Su casa convertida en museo fue destruida y restaurada una y otra vez durante los permanentes conflictos que hemos conocido estos años en la ex Yugoslavia.

Esa es la historia de Gavrilo Princip, un personaje cuyo nombre está indisolublemente ligado al estallido de la Primera Guerra Mundial.
Hoy, Gavrilo Princip es un héroe nacional.